El aceite de almendras es uno de los aliados de la belleza que siempre te ayudará a tener cejas definidas y abundantes

Uno de los golden dreams de las amantes de la belleza es, sin duda alguna, tener unas cejas perfectas. Aún con todos los métodos que conocemos para obtener unas cejas de infarto, la naturaleza siempre se muestra como una la mejor aliada para lograr nuestras metas. 

Puede que nos obsesionen las cejas de Cara Delevingne y aunque en estos tiempos ese crush que tenemos con sus cejas ya no es un secreto, el baúl de las amantes de las belleza se abre para darnos el mejor tip para lograr mantenerlas on fire… Y todo esto se lo debes al aceite de almendras. 

¿Qué es el aceite de almendras?

El aceite de almendras es un extracto que se obtiene a partir de las semillas del almendro, una planta originaria de las regiones del subcontinente indio, el norte de África y el Oriente Medio. Según la edición española de Marie Claire, el aceite de almendras está compuesto por muchos antioxidantes y vitaminas, por grasas monoinsaturadas, ácido oleico y ácidos linoleicos (como el Omega 3 y 6). 

Además de las vitaminas y minerales que señala la revista española, el sitio web de Reader's Digest y el de Crunchy Betty coinciden en que lejos de su uso para las cejas y la cosmética, el aceite de almendras es la opción perfecta para hidratar la piel a profundidad, recomendable sobre todo si tienes la piel seca. 

Las dos publicaciones señalan la existencia de la vitamina E y la biotina, las cuales ayudan al crecimiento del pelo y estimulan los folículos desde dentro para un crecimiento parejo.

Cómo usar aceite de almendras en las cejas 

La clave para que el aceite de almendras sea un ingrediente tan beneficioso, incluso para las cejas, se encuentra en sus propiedades antioxidantes. Sus propiedades, como ya lo mencionamos, ayudan a la estimulación para el crecimiento del pelo desde la raíz. 

Respecto al crecimiento saludable de las cejas, este aceite se debe aplicar cuidadosamente evitando que entre a los ojos. Solo coloca un poco de aceite de almendras en la yema de tus dedos y esparce generosamente, si lo tuyo no aplicarlo con las manos, también puedes hacer uso de una brocha o un cepillo de rimel 100% limpio. 

Recuerda que si sientes alguna incomodidad, irritación, o notas algo que no te gusta, debes suspender la aplicación y consultar a tu dermatólogo. 

Fuente: el universal

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